"Final del arte"
(Del blog de Avelina Lésper)
Introducción:
Los miles de artistas contemporáneos y los curadores, con la furia de una plaga de langostas, toman hasta los espacios consagrados al arte que nos trascendió y nos dio formación como seres civilizados. Entran al museo de Louvre y descuelgan la Mona Lisa y en su lugar colocan el vello púbico de Marina Abramovic. Derriban La Capilla Sextina y en sus ruinas orinan y defecan los artistas emergentes y crean arte detritus. Como este arte siempre tiene buenas intenciones, y sin ser sociólogos, ni psicólogos ofrecen sus trabajos superficiales e inmediatos para resolver patologías sociales, destruyen la obra desde Artemisa Gentileschi hasta Monica Cook y montan obras “feministas” que defienden los derechos de la mujer y subliman su condición con performances e instalaciones de cosméticos, envases de limpiadores y enseres domésticos. Por fin ya son dueños de todos los espacios para expandir su obra y educar al público para que desprecie la belleza y la inteligencia y en el paroxismo toman la galería de los Uffizi, queman el Nacimiento de Venus de Boticelli y lo sustituye una peformancera que se baña en su menstruación; el registro fotográfico, el video y la “investigación interdisciplinaria” quedan como obras permanentes. Sacan los tizianos, y los rafaeles, el autorretrato de Da Vinci lo cambian por un animal de Demian Hirst, la Adoración de los Magos por un balloon gigante de Jeff Koons. En un orgasmo de alegría y éxtasis los artistas contemporáneos que se han sentido marginados, incomprendidos y menospreciados entran en el museo D’Orsay y el museo del Prado, intervienen las obras, las destrozan y colocan su ropa sucia. En las salas vacías hacen instalaciones de audio cantando desafinados “canciones folklóricas” como Susan Philipsz, el más reciente premio Turner. Para relacionar “arte y tecnología” en lugar de los monumentales Rubens que comisionó María de Medici cuelgan pantallas de video con las imágenes fuera de foco de sus vacaciones, de encuentros personales, y todas las naderías que suelen grabar y convertir en arte.
(si deseais más de Avelina)
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Y asi acaba el final de los tiempos de lo que fue la raza humana,lo que comenzó como un acto lucrativo y diferenciador se convierte en un acto generalizado.
El legado será el "apocalipsis del arte" y los curadores y pseudoartistas reiran.
Al destruir los cimientos de nuestra cultura y forma de vida tambien se destruye el raciocinio y el pensamiento logico, sin valores morales o eticos, me convierto en un "serial killer" y mi nuevo arte es despedazar y mutilar personas pues es este un "arte sublime" .
Mis referentes dejan de ser Miguel Angel, Tiziano, Velazquez, y pasan a ser Adolf Hitler, Eichmann....y demás asesinos de masas.
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Antes de ser stuckista, hablaba y buscaba un consenso entre la pintura, Mi pintura, y el llamado "arte conceptual", desde que he conocido personalmente a vividores que se lucran activamente de instituciones y becas, que te insultan abiertamente (a ti y cuanto haces) y te dicen despectivamente ....
-Bah, eso no es arte, eres simplemente un virtuoso de los pinceles-
Gente que son profesores de bellas artes, reconocidos, estrellas vedettes, y que no saben ni siquiera dibujar como un niño.
He dicho !BASTA!, no hay dialogo, eres un FARSANTE, sin talento, sin conocimiento, sin saber hacer, mi legado es el primer hombre que pintaba en las cavernas y no sus detritus fuera de la cueva.
Quizás me he radicalizado, supongo que si, pero el futuro que Avelina describe es demasiado próximo y demasiado aterrador para ser ignorado, creo que el tiempo del dialogo ha pasado que hay que reirse abiertamente de esta gente, no dejarles hablar siquiera, enfrentarse a ellos y demontar sus idioteces una y otra vez, denunciar y colocar todo lo que hacen en el lugar que les corresponde en la basura y el olvido.
domingo, 19 de diciembre de 2010
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